Los préstamos personales normalmente se piden para poder afrontar gastos medios o un poco elevados como cambiar de coche, reformar la casa, comprar electrodomésticos, cambiar de equipo informático o incluso disfrutar de unas vacaciones , es decir, gastos y adquisiciones de consumo que pueden requerir en algún momento determinado de algún tipo de financiación.
Los préstamos personales, requieren la garantía personal del prestatario y, normalmente, de uno o varios avalistas, y se suelen someter a verificación de fedatario público. La garantía asociada a este producto permite adoptar plazos de varios años y cuantías suficientes como para financiar compras de importes elevados.